La construcción del campo municipal del Plano significó para los caspolinos una explosión futbolística en todos los sentidos. Huérfanos habían estado los aficionados del llamado deporte rey y aunque el fútbol no había muerto completamente, la vuelta del máximo exponente, el Club Deportivo Caspe, canalizó la práctica y el seguimiento deportivo en la localidad.
Junto al abanderado del fútbol local se situaban otros grupos de jóvenes que usaban las nuevas instalaciones para formar equipos y disputar encuentros (el Colegio Virgen del Pilar organizaba partidos en las fiestas de Santo Tomás de Aquino, jugadores caspolinos engrosaban las plantillas de los equipos comarcanos, prosigue la liga entre peñas de las que sobresalen la Plaza y la Cantera, o se forma una selección de todos ellos en torno al Frente de Juventudes que juega la final del Torneo Meseguer en Teruel).
Y en todo este maremágnum de siglas, equipos y torneos, Alfredo Grañena Gavín trae una foto con anécdota para su publicación. La imagen corresponde a un partido entre dos equipos locales, quizá entre el Frente de Juventudes (que tenía preferencia en el uso de las instalaciones, debido a que colaboró con 50 mil pesetas en su construcción) y Acción Católica, o cualquier otro equipo montado para la ocasión. A la izquierda, vestido de corto, Francisco Sanz. En el centro, de paisano y posiblemente haciendo el sorteo de campos, José Casabona Salinas.
José llegó a jugar en el Caspe, antes de casarse, y posteriormente fue bastantes años directivo. Su hija, Lolita, recuerda que le llamaban el "sacapuntos", porque, cuando viajaba con el equipo, rara vez perdía. Era cuñado de dos personas también muy vinculadas al club: Roberto y Alfredo Gracia Miñana.